Hidrógeno podría no ser la solución para el transporte costarricense


Motor tradicional de combustión interna. Fotografía de carácter ilustrativo.


Eduardo A. Bolaños Vargas - TecnoCiencia. El alto costo de producción y de conversión de la flotilla vehicular, son algunas de las razones por las que expertos no recomiendan el uso de las baterías de hidrógeno como una opción para modernizar el transporte público costarricense.

Los especialistas no descartan que en algunas décadas el hidrógeno pueda ser una opción considerable, pero antes es necesario ahondar en la investigación científica a nivel nacional e internacional, así como implementar tecnologías maduras como los bio-combustibles.

Estas fueron algunas de las conclusiones del simposio “El hidrógeno en el contexto de fuentes alternas de energía para el transporte: una perspectiva desde la ciencia”, que se llevó a cabo en el Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos el pasado 3 de agosto del 2018.

Descarbonización del transporte en Costa Rica

La loable meta de descarbonizar el transporte público costarricense en el 2021, propuesta por el Gobierno de la República podría no ser tan fácil de alcanzar considerando que la gran mayoría del parque automotor nacional utiliza combustibles fósiles para su funcionamiento.

Guiseppe Spazzafumo, científico italiano que brindó la conferencia principal, indicó que es un plan muy ambicioso que debe comenzar por la investigación y determinar la capacidad de infraestructura del país.

El especialista comentó que existe un consejo de investigación internacional formado por grandes empresas del transporte, que prevee un uso creciente para el año 2030, sin embargo la construcción de estaciones de reabastecimiento de hidrógeno ha tenido un desarrollo muy lento a nivel mundial, contando con apenas unas pocas estaciones en algunos países.

Explicó que en el tema de emisiones de dióxido de carbono, los autos eléctricos cuentan con grandes ventajas con respecto a otras tecnologías, pero que es necesario tomar en cuenta que las grandes compañías de combustible, aceites y automotores no están realmente interesadas en disminuir sus ganancias o generar nuevas investigaciones a corto plazo.

Para Spazzafumo apuntar al uso de vehículos que utilicen celdas de hidrógeno en Costa Rica es equivocado, según las investigaciones que ha realizado con su equipo académico, es más eficiente insertar porcentajes de hidrógeno en motores de combustión interna, pues mejora la efectividad y reduce las emisiones contaminantes.

Agregó que actualmente un auto de hidrógeno, puede costar entre 5 y 6 veces más que un auto tradicional, además que el alto costo y el gran tamaño de las estaciones de reabastecimiento, las convierte en opciones poco viables para el tránsito normal de los vehículos por la ciudad.

El científico explicó que otra alternativa es utilizar el hidrógeno, obtenido de manera renovable mediante el proceso de electrólisis, para crear combustibles sintéticos como biodiesel, bioalcohol, biometanol.

Expertos en el simposio de Hidrógeno.

Un proyecto exitoso

Juan Ignacio Del Valle Gamboa, director de operaciones de Ad Astra Rocket Company, explicó la puesta en marcha de un proyecto que se lleva a cabo el Liberia por parte de esta compañía. Ellos han logrado poner en funcionamiento su propia planta para producir hidrógeno y alimentar un autobús.

De esta manera pretenden promocionar entre los empresarios de la zona, pequeños emprendimientos de transporte turístico sostenible que funcionen con su propia generación de hidrógeno, de manera que a lo largo del tiempo, resulte económicamente viable.

Del Valle, explicó que la situación de las emisiones de carbono en un país como Costa Rica deben tomar en cuenta la economía del país, el desarrollo de la población, y factores de intensidad tecnológica.

El experto comentó que el 62% de la energía que se utiliza es fósil, principalmente en el sector transporte. Indicó que la descarbonización es una medida que se quiere adoptar en el país ante el costo de 1000 millones de dólares que se genera anualmente por la importación de hidrocarburo, siendo este un tema que implica también la salud pública, el cambio climático y mejoras en la movilidad.

Explicó que los vehículos eléctricos no tienen emisiones de dióxido de carbono, señaló que hay vehículos con batería y los que utilizan la celda de hidrógeno, sin embargo la última es 2,5 veces más ineficiente, por lo que no tendría sentido cambiar todo el parque vehicular.

Complejidad en la producción del hidrógeno

Julio Mata Segreda, reconocido químico y académico disertó acerca de la importancia de eliminar la falsa creencia de que la producción de hidrógeno por electrólisis es un proceso sin complejidad técnica o económica.

El científico aclaró que el hidrógeno es un vector energético y no un combustible, sino que es un material del que se puede revertir parcialmente la energía utilizada para producirlo. En este sentido su producción también conlleva uso de electricidad y genera dióxido de carbono. De acuerdo a su análisis, por medio de la electrólisis se requiere 40 kilo watts por hora para generar un kilogramo de hidrógeno, lo que equivale al consumo eléctrico de una familia por 5 días.

Otra forma de producir el hidrógeno es por medio de la hidrogenólisis de aceites vegetales, que generan también propano, agua y dióxido de carbono, por medio de procesos exotérmicos complejos. 

En conclusión, Mata explicó que las actividades humanas no deben exceder la capacidad crítica de los ecosistemas. Para que se haga uso del hidrógeno en Costa Rica a la producción debe ser realista desde el punto de vista tecnoecológico.

Situación económica desfavorece producción de hidrógeno

En medio de fuertes críticas a la propuesta del gobierno costarricense, el ingeniero Carlos Roldán Villalobos hizo una comparativa entre lo que implicaría destinar parte de la electricidad costarricense a la producción del hidrógeno y dejar de exportar energía a otros países de Centroamérica. Esta situación implicaría que los otros países tengan que producir la energía eléctrica faltante por medio de plantas térmicas, generando así mayor producción de dióxido de carbono.

Roldán indicó que solo el 4% del hidrógeno se produce por electrólisis y en general el 65% de la energía se produce por medio de combustibles fósiles. 

Para el ingeniero, hacer uso del hidrógeno implica cambiar todo el sistema, triplicar la producción de electricidad y disponer de al menos 40 mil millones de dólares para convertir todo el parque automotor, en este sentido el vehículo eléctrico tampoco sería útil para el usuario por los costos y por el impacto para la balanza comercial.

En resumen, desde su punto de vista, se debe reducir la dependencia de las energías importadas, utilizar fuentes de energía tradicional de manera eficiente e inteligente, así como secuestrar el carbono por medio de procesos de reforestación.

Investigación en el mundo

Maricruz Saborío González, presentó una investigación acerca de las tendencias mundiales en cuanto al desarrollo de fuentes de energía alternativas, por medio de bases de datos.

Las patentes más estudiadas en este momento se refieren a las baterías eléctricas e híbridas, no así las celdas de hidrógeno que registran muchas menos patentes a nivel mundial. Cabe resaltar que Estados Unidos y China son los países más adelantados en investigación del tema energético.

La investigadora resaltó que antes de pensar en un cambio de la tecnología, es necesario establecer hojas de trabajo para determinar las mejoras que se puedan hacer en la reestructuración del ordenamiento vial.


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