Entre la tradición y la modernidad: una lectura de Pequeñas leyendas

 

  • El escritor Felix Alejandro Cristiá presenta una colección de relatos que entrelazan la memoria oral de la tradición latinoamericana y el horror folclórico.

En Pequeñas leyendas, Felix A. Cristiá se adentra en las raíces profundas del imaginario popular latinoamericano para ofrecernos una colección de relatos que resuenan con ecos antiguos. A través de una voz narrativa íntima, que oscila entre la memoria personal y el relato heredado, el libro recupera las historias que solían contarse en voz baja, en las cocinas o los corredores de las casas, cuando ya había oscurecido y el mundo parecía transformarse.

El libro está poblado por figuras inquietantes: pequeños seres con dientes torcidos, mujeres que bailan en la madrugada con rostros vacíos, procesiones de criaturas surreales que avanzan por los tejados durante la noche. Lo fantástico no aparece como irrupción, sino como parte del tejido cotidiano del mundo. Las historias no se presentan como invención deliberada, sino como recuerdos familiares, testimonios entrecruzados, confesiones compartidas desde la infancia. Esta estrategia narrativa produce una doble sensación: por un lado, despierta el asombro del lector ante lo inexplicable; por otro, le da la inquietante certeza de que todo lo narrado podría haber ocurrido. O peor aún, que sigue ocurriendo.

“Uno de los mayores aciertos de Pequeñas leyendas”, comenta el filósofo y docente Emanuel Campos, “es que no busca resolver el misterio, sino intensificarlo. Cada relato parece abrir una puerta a lo desconocido, pero no para desentrañarlo, sino para dejar que su presencia nos acompañe. El miedo no aparece como susto repentino, ni como artificio narrativo, sino como una atmósfera que se instala lentamente, hecha de detalles mínimos: una sombra, un gesto, murmullos del viento. Más que horror, se trata de inquietud, de esa incomodidad que deja lo no resuelto, lo que habita entre el sueño y la vigilia”.


El arte de narrar lo inexplicable

En términos temáticos, el libro bebe de muchas tradiciones: las leyendas rurales latinoamericanas, el folkhorror, la mitología, el testimonio familiar y hasta el relato de viaje. “Pero lejos de quedarse en el pastiche o el homenaje, Cristiá consigue articular una voz propia. Las figuras que aparecen no son simples duendes, fantasmas o espectros. Son criaturas que interrogan el límite entre lo real y lo imaginado, que se inscriben en una geografía concreta —las montañas, los pueblos, los potreros de Pérez Zeledón y sus alrededores—, pero que también apelan a una dimensión universal del miedo”.

Otro aspecto destacable es la dimensión material del libro, cuya portada y lomo se imprimieron en una prensa Chandler & Price Pilot del siglo XIX. Publicado por el Taller Rural en una edición limitada, numerada y hecha a mano, el lector de Pequeñas leyendas no solo accede a un conjunto de relatos y a un breve ensayo a manera de epílogo, sino a una experiencia que involucra la experiencia de lo tradicional. 

Pequeñas leyendas es una obra que devuelve a la literatura su vínculo con lo oral, con lo comunitario, con lo transmitido entre generaciones. “Es un homenaje al relato como forma de resistencia frente al olvido, frente al racionalismo absoluto, frente a la desaparición de lo mágico. Es, también, una apuesta estética por un tipo de escritura que no teme al misterio, que no lo explica ni lo niega, sino que lo abraza como parte esencial de nuestra experiencia en el mundo”, concluye Campos. 

Para poder obtener y disfrutar este libro, contacte directamente con el autor al 8611 7403
Artículo anterior