El falso mito de que "la gente ya no lee" y la pesadilla de los videos cortos

 

Mag. Eduardo A. Bolaños Vargas - De verdad que este es un tema que me ha puesto a pensar mucho. Como administrador de varias redes sociales, director de esta revista, periodista, escritor y editor; he llegado a una conclusión que va en contra de lo que dictan las tendencias de la modernidad: es mentira que la gente ya no lee o no quiere leer, lo que pasa es que a la gente ya no se le da material de calidad para leer.

Veamos, las redes sociales nos invitan a leer cerca de 8 palabras o un poco más que nos muestran en los textos de las publicaciones, invitando a visitar sitios que usualmente no se visitan, porque ya nos creemos suficientemente enterados del asunto gracias a estos textos diminutos. 

Por otra parte el surgimiento de las desesperantes redes sociales de videos cortos, verticales y de bajísima calidad, nos llevan a un mundo en el que nos sumergimos en contenidos audiovisuales que en su gran mayoría es solo basura, un poco de entretenimiento, y en algunos casos reducidos tutoriales o consejos de los que se puede sacar algún provecho.

Con esto no quiero decir que no se deben usar, al contrario, sí son una herramienta poderosísima si se emplean de la manera correcta, he visto maravillosos resúmenes de viajes, gastronomía, consejos útiles en casa e incluso resúmenes periodísticos de actualidad que complementan, repito COMPLEMENTAN, la información que se puede brindar a profundidad y con detalle en los sitios web.

Pero siguen siendo una pesadilla, porque para ver un video corto valioso pueden ser que pasen cientos de videos que cansan nuestra vista y nos atormentan con los últimos éxitos del reggaetón latinoamericano y nos alejan cada vez más de las buenas lecturas.

Creo que en otros países no pasa lo que está pasando en Costa Rica, donde los diarios impresos casi han desaparecido por completo, los periódicos cantonales tienen muy poco apoyo del mercado (a pesar de contener información importante para el desarrollo comunal) y las revistas ya no se consiguen en casi ninguna parte.

Lo que me pone a pensar que estamos siendo invadidos por otras formas de comunicación modernas (redes sociales claro está), que carecen de la supervisión de profesionales en comunicación (cuando no son medios establecidos) y que limitan muchísimo el acceso de la ciudadanía a la información de calidad que fomente el pensamiento crítico. 

Me pregunto entonces: ¿Qué pasará si al pueblo le devolvemos los diarios de circulación nacional y regional, las revistas informativas, libros de todo tipo y les regalamos además contenidos digitales que nos permitan crecer como sociedad en los temas de interés?

Ahí les dejo la pregunta.

Siguiente artículo Artículo anterior