En pandemia, el CITA-UCR ha sido clave para garantizar leche materna a bebés en estado crítico
Katzy O’neal C. - ODI UCR. Un total de 570 bebés en estado crítico, internados en las unidades de cuidados intensivos neonatales del Hospital de las Mujeres, el Hospital Calderón Guardia y el Hospital Nacional de Niños, recibieron durante el 2020 leche materna gracias a la acción conjunta y solidaria de las madres donantes, el Banco de Leche Materna del Hospital de las Mujeres Adolfo Carit y la Universidad de Costa Rica.
En el 2020, en plena pandemia, el equipo de pasteurización del Banco de Leche Materna dejó de funcionar, lo cual puso en riesgo el suministro de este líquido vital para cientos de bebés en estado crítico. Ante la emergencia, el Centro Nacional de Ciencia y Tecnología de Alimentos (CITA-UCR) prestó un equipo de baño maría, que permitió resolver el faltante de un pasteurizador, y ofreció asesoría al personal del Banco en procesos térmicos e inocuidad.
Así, en medio de la emergencia sanitaria, se inició un vínculo que está logrando mejorar la gestión de calidad en el Banco de Leche Materna, mediante la revisión de puntos críticos y la estandarización de procesos. Además, a través de un proyecto inscrito en la Vicerrectoría de Acción Social de la UCR, se documentarán las prácticas de extracción y uso de la leche materna en Costa Rica.
Para la Dra. Hellen Treminio, directora del Banco de Leche Materna de la Carit, la ayuda de la UCR ha sido invaluable. “Nos han colaborado con ingenieras de alimentos, que nos dicen cómo podemos mejorar los procesos y que nos están ayudando con las donantes para garantizar que se mantenga la cadena de frío, desde que se extrae la leche hasta que llega a los bebés que están en situaciones críticas", resaltó la microbióloga.
El proyecto ED-3560 “Evaluación de las condiciones de extracción y manejo de leche materna en Costa Rica para uso propio de la madre y su lactante y para donación a bancos de leche y planteamiento de estrategias tecnológicas para el aseguramiento de su calidad e inocuidad” se desarrolla entre el 2021 y el 2022. En él participan la Licda. Diana Víquez Barrantes, investigadora principal, la Dra. Jessie Usaga Barrientos y el Dr. Oscar Acosta Montoya, del CITA; y la Máster Ana Isabel Incer González, de la Escuela de Tecnología de Alimentos.
Su objetivo es documentar y evaluar las prácticas que tienen las mamás en lactancia durante la extracción, el manejo y el almacenamiento de la leche que se extraen. Además, se están evaluando los procesos y operaciones que usan los bancos de leche materna para ayudarles a optimizarlos con el fin de asegurar la inocuidad.
“Evaluamos las operaciones críticas con respecto a los peligros para la inocuidad de la leche para que en el Banco de Leche Materna puedan enfocar su proceso en controlar esos peligros y evitarlos”, acotó la ingeniera de alimentos, Diana Víquez Barrantes, investigadora principal del proyecto.
La preservación de la leche inicia desde el momento de la extracción, enfatiza la investigadora Dra. Jessie Usaga Barrientos. La higiene de la mujer, el ambiente de extracción, los utensilios y los envases impactarán de forma importante la calidad microbiológica. Todo lo que ocurra después, el almacenamiento, transporte, refrigeración, congelación y las operaciones dentro del Banco de Leche Materna son críticas para asegurar la calidad de dicho líquido.
Por eso, la labor del profesional en ingeniería de alimentos consiste en establecer controles y procedimientos para mantener las condiciones óptimas en todas las etapas del proceso con el objetivo de controlar los peligros que pueden dañar la leche materna, ya sean biológicos, físicos o químicos.
El proyecto cuenta con el apoyo del Banco de Leche Materna del Hospital de las Mujeres, y ha tenido contacto con el Banco de Leche Materna de San Ramón. También es apoyado por la Comisión Nacional de Lactancia Materna de Costa Rica y por otras organizaciones como la Fundación Catalina Vega, así como por madres y asesoras en lactancia.