WhatsApp y el trabajo

La breve historia de la actual hegemonía de WhatsApp como medio indiscutible de comunicación personal, y ahora casi indispensable herramienta de trabajo inicia con una tímida empresa alejada de las garras del Facebook. 

Buenas ideas y poca competencia efectiva hicieron que poco a poco se estableciera como la mensajería líder, destronando al ya fallecido MSN Messenger, que nunca se adaptó a las características móviles. 

Aunque hay otros servicios con muchas características como Telegram, Line, Hangouts, y el Facebook Messenger, WhatsApp sigue consolidado como la aplicación de mensajería más usada del mundo, y aunque sus características en un inicio fueran más simples que las de otros servicios, la misma sencillez de su diseño y la facilidad de uso, pudieron haber sido la causa de su amplia expansión en los usuarios de Android y IOS.

El culpable de este avance sin duda fue el mismo Facebook, que a partir de su compra de la plataforma, implementó cambios sustanciales como los mensajes de audio, envío de documentos, así como llamadas de audio y video, con bastante efectividad y visualmente atractivas para los usuarios. 

De pronto parece que el correo electrónico no es tan indispensable para trabajar, poco a poco nos vamos incorporando a procesos de trabajo colaborativo por medio del WhatsApp, con grupos, documentos, fotos y audios que se pueden manejar directamente desde la computadora con una inmediatez nunca antes vista. Incluso, para algunos ahora es más sencillo compartir un archivo por medio de esta plataforma, para tenerlo rápidamente en la computadora, que incluso conectar una memoria USB.

Y así, progresivamente y con buen ritmo, la aplicación se ha vuelto indispensable y lo seguirá siendo todavía más en un futuro cercano, facilitando la comunicación personal y profesional, aunque -irónicamente- disminuyendo la convivencia social. Este es el precio de la tecnología que debemos saber balancear, pero que apenas estamos comenzando a aprender a utilizar, sin siquiera imaginar todavía su alcance, en un mundo de cambios tecnológicos tan acelerados.