Agrónomo con “alma campesina” fue uno de los impulsores de Internet en Costa Rica

Tras ese marco conmemorativo, se hace pertinente reconocer el liderazgo facilitador del expresidente del CIAgro, Ing. Agr. Primo Luis Chavarría Córdoba, quien durante su gestión como vicerrector de Investigación de la UCR, decididamente avaló e impulsó la idea y el proyecto inicial para establecer los cimientos de esa red de redes en el país. Justo sería que la distinción de tan trascendental aporte, comience a develarse y se admita como otro de los fundadores de Internet en Costa Rica. Ese es uno de los propósitos de compartir la presente información.

La misma UCR así lo sugiere en un acuerdo del 2022 de su Consejo Universitario, que en su principal considerando dice: “La iniciativa de interconexión en Costa Rica a las grandes redes de investigación mundial inició en marzo de 1990 con la presentación de un proyecto en la Conferencia Espacial de las Américas, que consistía en la instalación de un nodo de la red Bitnet en la Universidad de Costa Rica. El proyecto se desarrolló desde la Vicerrectoría de Investigación con el apoyo del entonces vicerrector, el Dr. Primo Luis Chavarría, y del Dr. Claudio Gutiérrez, exrector de la UCR.”

Quienes conocen bien su labor profesional y académica compartirán que este aporte visionario del Dr. Chavarría, se fundamenta en su destacado desempeño como estudiante, docente, investigador, director de carrera, de posgrados y vicedecano en la anterior Facultad de Agronomía; director de la Estación Experimental Fabio Baudrit y vicerrector de Investigación de la UCR, así como inventor y tras haber obtenido honrosas distinciones, como el Premio Nacional de Tecnología Clodomiro Picado Twight en el 2009.

Tal como le es propio por su personalidad discreta y sencilla, al acceder a comentar pormenores de su participación como uno de los impulsores de Internet en Costa Rica, expresamente solicitó que, de tenerse que mencionar sus cualidades académicas y profesionales, ante todo prefiere se le presente como un ingeniero agrónomo que sigue manteniendo la esencia de su orgulloso origen campesino y su “alma” de agricultor costarricense.

De seguido compartimos un resumen sobre ese momento histórico, relatado con palabras propias del Ing. Chavarría, y presentado como modesto reconocimiento a su trascendente aporte.

"Siendo vicerrector de Investigación de la UCR me visitó el exrector Claudio Gutiérrez (q.e.p.d.), una persona brillante, reconocida por sus aportes en la gran reforma universitaria de 1957, por su visión para unir la ciencia y el humanismo. Llegó acompañado por el físico Guy De Teramond (considerado uno de fundadores de Internet en el país). Don Claudio comentó sobre un programa que realizaban junto a otros expertos en la Universidad de Delaware y de organismos gubernamentales de los Estados Unidos, que formaban parte de Bitnet, una red académica y militar que funcionaba en pocos países, entre ellos, Puerto Rico, Panamá, Chile y después Argentina."

"Desde el ámbito académico desarrollaban un método de comunicación inalámbrica que, a través de protocolos especiales de una computadora se conectaban con otras en tiempo real para transferir información, manteniéndose vinculas entre ellas. Sin duda, pensé, una experiencia muy innovadora y con enorme potencial para desarrollar la investigación académica. Don Claudio creía que había posibilidad de vincular ese proyecto desde la UCR. A pesar de ser un asunto nuevo para mí, admirado escuche con atención la ayuda que pedían: lo primero, el uso de una moderna y recién adquirida computadora marca IBM, que sirviera como nodo central del sistema. La otra petición fue que Guy de Teramond se dedicara tiempo completo a trabajar desde la vicerrectoría en el proyecto, lo cual logramos con la ayuda del director de la época de la Escuela de Física, a cambio de asignar una plaza docente para suplir su ausencia temporal como docente."

"A partir de ese encuentro visualicé que la iniciativa era muy relevante para incrementar la capacidad de la investigación y otras actividades académicas, al facilitarse la incorporación y uso de un mayor manejo de información y datos. Muy entusiasmado, en una siguiente sesión del Consejo de Rectoría expuse la idea con detenimiento, sin embargo, no recibí la respuesta esperada; recuerdo que entre lo comentado se dijo que ese tipo de proyectos era solo para países desarrollados, al requerirse altas inversiones que la universidad no podría cubrir. Tras mi insistencia, la decisión fue indicarme que no se podían asignar adicionales recursos institucionales y dejarme en libertad de apoyar el proyecto utilizando únicamente los limitados recursos que podía disponer desde la vicerrectoría."

"Desmotivado regresé a mi oficina donde me esperaba Guy de Teramond, tras comentar lo sucedido en la sesión de ese Consejo de Rectoría, me preguntó ¿entones abortamos el proyecto? Mi respuesta inmediata fue de ninguna manera, no autorizaron nuevos recursos, pero no me prohibieron continuarlo, así que pensemos como buscar alianzas estratégicas para financiarnos con recursos externos para seguir adelante con esto, respondí con absoluta convicción. Tal decisión fue un punto de inflexión importantísimo, de haberme apendejado, quizá el asunto quedaba solo como un resultado positivo y esperanzador, como otros tantos de la vida universitaria."

"Unos seis meses después llegó a mi oficina Guy de Teramond a dar la buena noticia: vengo a informarle que tenemos el sistema en funcionamiento, ya logramos conectarnos con las universidades de Delaware y Stanford, me dijo satisfecho. Como ejemplo comentó que en conjunto con expertos de esas universidades, habían producido un artículo científico utilizando solamente ese medio. Fue un momento muy emocionante, seguido de un abrazo y unas inevitables lágrimas de felicitación y orgullo por tan relevante logro."

"En la búsqueda del apoyo externo aprovechamos los buenos resultados obtenidos en la UCR para establecer acuerdos de cooperación claves. A lo interno con el Centro de Informática y fuera, por ejemplo, con Radiográfica Costarricense, que en ese momento tenía un gran músculo técnico; también con el ministerio de Ciencia y Tecnología, por medio del exministro Orlando Morales quién ayudó mucho. Luego se interesarían otras instituciones como el CATIE, el IICA, las otras universidades y otras organizaciones, lo cual facilitó reunir nuevos recursos y trabajar en equipo."

"El resto es historia conocida", concluyó su relato con la modestia que lo caracteriza.