Análisis de sedimento del Mar Muerto muestra períodos de fase climática de 15 mil años de antigüedad
Fotografía Agencia AJN |
- Los sedimentos de la orilla del lago Lisan cerca del sitio arqueológico de Masada y del fondo del Mar Muerto son únicos testigos de este desarrollo.
Agencia AJN- Mientras que las benditas lluvias desde diciembre han llenado el lago Kinneret casi hasta el tope, cualquiera que haya visto el Mar Muerto en las últimas décadas ha notado como se ha encogido, con peligrosos sumideros que se desarrollan alrededor de su circunferencia.
El nivel del Mar Muerto está cayendo actualmente más de un metro por año. Pero esto no es nuevo, según investigadores alemanes e israelíes que sostienen que el nivel del lago salado también bajó hace milenios. Al final de la última glaciación, por ejemplo, el nivel del agua descendió 250 metros en unos pocos miles de años. Un estudio recién publicado bajo el título “Fases de estabilidad durante el principal cambio hidroclimático que finaliza el Último Glacial en Levante” en la revista Scientific Reports proporciona nuevos conocimientos sobre este proceso. Debido a su ubicación fundamental como cuna de desarrollos culturales antiguos, las reconstrucciones climáticas que utilizan sedimentos del Mar Muerto explican las causas de la migración humana, como así también los auges y declives culturales.
La Dra. Daniela Müller y el Prof. Achim Brauer del Centro Alemán de Investigación de Geociencias (GFZ) en Potsdam, junto con el Dr. Yoav Ben Dor de la Universidad Hebrea de Jerusalén, estudiaron sedimentos de 15.000 años de antigüedad del Mar Muerto y sus alrededores usando métodos recientemente desarrollados. Con una precisión sin precedentes, demostraron que el largo período de sequía fue interrumpido por períodos húmedos que duraron entre 10 y 100 años. Esto también ofrece nuevos conocimientos sobre la historia de los asentamientos de esta región, lo que permite mejores evaluaciones de los desarrollos actuales y futuros impulsados por el cambio climático, escribieron.
En regiones altamente sensibles como el Mediterráneo Oriental, donde la disponibilidad de agua es un factor importante para el desarrollo socioeconómico y político, es crucial comprender cómo está cambiando el ciclo del agua. Geólogos pueden lograr esto mediante la evaluación de fuertes cambios hidroclimáticos que ocurrieron hace varios milenios, afirmaron.
Por ejemplo, durante la transición de la última glaciación al Holoceno, el nivel del agua del lago Lisan descendió unos 240 metros en el período de 24.000 a 11.000 años atrás, lo que finalmente llevó a su transición al actual Mar Muerto.
Los sedimentos de la orilla del lago Lisan cerca del sitio arqueológico de Masada y del fondo del Mar Muerto son testigos únicos de este desarrollo, continuaron los autores. Nuevos métodos analíticos de alta resolución, incluyendo escáneres de fluorescencia de rayos X, fueron desarrollados para el estudio en la GFZ a fin de recopilar información precisa de la estratificación de los sedimentos y su composición geoquímica.
Fotografía: Agencia AJN |
Para preparar los sedimentos para el análisis, la humedad tuvo que ser removida mediante el secado en frío, una tarea complicada dado el alto contenido de sal del Mar Muerto y su afinidad por el agua. Luego, los sedimentos fueron impregnados en resina sintética y se hicieron secciones delgadas de ellos sin cambiar su microestructura.
Los investigadores descubrieron que la caída dramática a largo plazo en el nivel del lago debido a la creciente sequía fue interrumpida varias veces por fases más húmedas cuando el cambio climático tomó descansos. “Por primera vez pudimos determinar precisamente la duración de estas fases con varias décadas y, en un caso, hasta siglos contando las capas anuales en el sedimento», dijo el autor principal Müller. La razón exacta de estas pausas en el cambio climático de esta región sigue siendo esquivos, pero el equipo sospecha posibles vínculos con el clima en el Océano Atlántico norte.
“Lo que fue particularmente sorprendente fue que durante estas fases húmedas, en algunos casos durante varias décadas, ni siquiera encontramos rastros de inundaciones extremas, que son típicas de esta región incluso hoy y durante épocas más húmedas en el pasado”, explicó Müller.
Estos resultados son de mayor interés para las consideraciones arqueológicas, escribieron, porque coinciden con la época en que la cultura natufiense se asentó en esta región hace 11.500 a 15.000 años atrás. “Las fases climáticamente estables podrían haber favorecido los desarrollos culturales”, expresaron.
«El estudio muestra que los fuertes cambios climáticos en el pasado han sido muy dinámicos e incluyeron fases de relativa estabilidad», concluyó Brauer. «Aprendemos de esto que el cambio climático no es lineal, sino que las fases de cambios fuertes se alternan con fases tranquilas».